Un Nuevo Despertar ⛅ Jueves 6 Abril De 2023, Padre Carlos Andrés Montoya - Tele Vid

Hoy nos sumergimos en la magia de un jueves santo, un día saturado de significado sacramental y sacerdotal. Es el día en que el Señor no solo instituye la Eucaristía, sino también el sacerdocio y el servicio. Es un día de humildad, donde el Señor lava los pies de sus discípulos. En este jueves santo, no podemos dejar de agradecer al Señor por su entrega, donación y amor hacia nosotros.

Gracias, Señor, por haberte quedado en el admirable Sacramento de la Eucaristía, donde tu presencia perdura. Agradecemos también por el Sacramento del sacerdocio, que permite llevar tu cuerpo, tu sangre y tu palabra al mundo. Este acto de amor, servicio y humildad al lavar los pies a tus discípulos nos inspira. ¡Eres verdaderamente grande, Señor, como proclama ese canto sobre lo más sublime: Jesús en la Eucaristía!

Una Mañana de Reflexión y Gratitud

Comenzamos este día con un agradecimiento al Señor Jesucristo por cuidarnos durante la noche. Nos comprometemos a honrarlo en todas nuestras acciones diarias. Invocamos la protección de la Santísima Virgen María, el ángel de la guarda y San José, junto con todos los santos. Que sus ruegos nos acompañen a lo largo del día, en el nombre del Santísimo Jesús. ¡Amén!

La Eucaristía: Más que un Recuerdo

Reflexionemos sobre las palabras poderosas de 1 Corintios 11:23-26, el texto imperativo de la misa de hoy. Estas palabras nos recuerdan la institución de la Eucaristía: "Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes... esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre". La Eucaristía no es solo un recuerdo del pasado ni una obra de teatro; es la presencia viva y real del Señor.

La Eucaristía es la entrega divina, la donación de Dios por amor a nuestra salvación. Cada vez que participamos en la misa, no solo recordamos, sino que experimentamos la entrega continua de Dios. Él sigue dándose, sigue derramando su sangre para que tengamos vida en abundancia. Valoremos la misa, amemos al sacerdote, porque sin la Eucaristía no hay sacerdotes, y sin sacerdotes, no hay Eucaristía.

Cuidemos de Quienes Nos Cuidan

En este día especial, recordemos también la importancia del sacerdote. Sin su dedicación y servicio, la Eucaristía no sería posible. Así como el sacerdote se preocupa por la comunidad, nosotros debemos preocuparnos por él. Acompañémoslo, ayudémosle y valoremos su papel crucial. La comunidad que vela por su sacerdote fortalece el lazo sagrado que los une.

Que disfrutes plenamente de la misa de hoy, donde el Señor continúa entregándose por ti y por mí. Que este jueves santo sea un día lleno de bendiciones y gratitud. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!